Perfil de un docente digital

Perfil de un docente digital (Hugo Díaz)
Perfil de un docente digital (Hugo Díaz)

En el artículo anterior comentamos sobre la competencia digital y destacábamos que los objetivos fundamentales que los sistemas educativos deben alcanzar en esta nueva área formativa con sus estudiantes se relacionaban con: formar ciudadanos para actuar en una sociedad digital; hacer frente al inmenso desarrollo de la información y transformar la misma en conocimiento; incorporar en los procesos de aprendizaje una variedad de lenguajes audiovisuales y digitales; preparar para el empleo; y proveer de habilidades de manejo de las herramientas tecnológicas básicas.

Para lograrlo se requieren condiciones que pasan por transformar el rol de los docentes, así como las condiciones de presencia de otros componentes del proceso de aprendizaje, como son el equipamiento tecnológico en las aulas y los materiales educativos.

En esta ocasión quiero resaltar la participación del docente como figura clave en el logro de la competencia digital. Para éste implica una actuación distinta en las aulas donde se usaban recursos convencionales.

La multiplicidad de recursos digitales de todo tipo –audiovisuales, interactivos, que simulan la realidad, que permiten trabajo individual y en equipo, que invitan a la creatividad e innovación, entre otras bondades-, les obliga a renovar las estrategias de trabajo en las aulas. En especial requieren una formación más completa y compleja para: 

1. Superar las enormes dificultades que tienen para trabajar con el enfoque por competencias (programar, enseñar y evaluar "el saber, el saber hacer y el saber ser"), aprovechar el uso del método activo y de las pedagogías basadas en el desarrollo de proyectos, resolución de problemas y de investigación elemental. 

2. Diseñar experiencias de aprendizaje significativas: combinen conocimiento y su aplicación práctica en la realidad.

3. Utilizar en forma reflexiva y crítica las TIC. Saber seleccionar información, aplicarla para incrementar conocimiento.

4. Renovar los criterios de evaluación, no solo teniendo en cuenta la necesidad de llevar adelante una formación basada en competencias sino también considerando que la evaluación debe basarse principalmente en el desarrollo del criterio y del juicio propio. Si la base de la evaluación son preguntas de resolución simple bastará que el estudiante ingrese a buscadores como el Google o el Yahoo para encontrar la respuesta. Se requiere que la misma la encuentre contrastando diversa información.

5. Organizar el aprender a aprender a lo largo de toda la carrera. La carrera no termina en la universidad. Las nuevas tecnologías se están convirtiendo en una poderosa –sino la más poderosa- herramienta de actualización de conocimientos. 

El perfil del actual docente peruano muestra una característica especial que tiene alguna importancia cuando hablamos de nuevas tecnologías y es la edad promedio de los maestros. Un 14% tiene menos de 35 años de edad y el 17% más de 55 años. Esta estructura de la pirámide poblacional del magisterio por edades es relevante cuando se observa la relación positiva que existe entre esta variable y el desarrollo de una actitud positiva y abierta hacia las nuevas tecnologías para explorar sus usos en el ámbito educativo y en su área de especialidad.

Quizá una cualidad que si se observa en la mayoría de los docentes es que utilizan crecientemente y con cierto nivel de destreza herramientas como el computador, la internet y las redes sociales, además de las herramientas básicas del office para actividades de edición de textos, correo electrónico y navegación por internet.

Donde menor desarrollo de habilidades tienen los docentes es en el empleo de las herramientas digitales para la planificación del currículo integrando las nuevas tecnologías como medio instrumental, didáctico y mediador para el desarrollo cognitivo. El docente debe ser un experto que domina los contenidos, planifica en forma flexible; que establece metas para que el estudiante adquiera habilidades que le permitan lograr su plena autonomía.

En segundo lugar, todavía queda mucho que trabajar en el desarrollo de las habilidades docentes para proponer actividades formativas a los estudiantes que hagan uso de las nuevas tecnologías. En ese propósito, es imprescindible que prestar más atención a la atención de las diferencias individuales pero asegurando el logro de aprendizajes significativos que todos deben alcanzar; regular los aprendizajes, favorecer y evalúa los progresos; organizar el contexto de aprendizaje y facilitar la interacción del estudiante con los materiales y el trabajo colaborativo; fomentar la empatía del grupo

El docente debe estimular la búsqueda de la novedad, la curiosidad intelectual, la originalidad y el pensamiento convergente pero no la novelería. Igualmente potenciar el sentimiento de capacidad: autoimagen, interés por nuevas metas. Enseñar qué hacer, cómo, cuándo y por qué; ayudar a controlar la impulsividad y la improvisación; compartir experiencias de aprendizaje mediante la discusión reflexiva y crítica; asimismo, desarrollar en los estudiantes actitudes positivas y valores.

En síntesis, la competencia digital implica un gran esfuerzo de capacitación en beneficio de los docentes; que no solo conozcan el manejo de las TIC, sino de las finalidades de su aplicación en los procesos de aprendizaje, las metodologías posibles, el aprovechamiento del potencial del entorno digital y real.

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